Traducción, historia y turismo: relatos de viajeros por la España del siglo XIX. Alexandre Laborde y su Voyage pittoresque (1806), vertido a la lengua castellana por Juan Fernández de Rojas en 1807
DOI:
https://doi.org/10.7764/onomazein.ne7.14Palabras clave:
libros de viaje, historia de la traducción, historia del turismo, Alexandre de Laborde, Fernández de RojasResumen
En este trabajo se analiza la relación entre la literatura de viajes, el lenguaje relacionado con el turismo que se encuentra en un relato de viajes de principios del siglo XIX y la traducción. Este tipo de textos se puede considerar como un género híbrido que baila entre la literatura y la historia como fuente de estudio del turismo. Desde una perspectiva traductológica, este tipo de documentos brinda aportes interesantes para el estudio del turismo como fenómeno de la realidad moderna en donde confluyen historia, literatura y traducción, teniendo en cuenta que los libros de viaje son un compendio de experiencias directas, coetáneas a los hechos descritos, que poseen tres rasgos esenciales: son relatos reales, descriptivos y con predominio de la subjetividad frente a la objetividad. En este sentido, todo viaje se puede tomar en consideración desde una doble perspectiva histórica: (1) la interpretación de lo observado y experimentado, los lugares, los edificios, las gentes o las instituciones de los espacios visitados; (2) la capacidad de comprender la especificidad del momento histórico y cuya perspectiva deja su huella en el momento de la escritura. La obra que nos ha servido para demostrar estos principios es el Viaje pintoresco e histórico de España, de Alexandre de Laborde (1773-1842), que tiene fecha de 1807, un texto que parece ser el resultado de la traducción del primer volumen del Voyage pittoresque et historique de l’Espagne (1806) de Alexandre Laborde, publicado en París en la imprenta de Pierre Didot. Sus cuatro volúmenes contienen un compendio de historia política y civil, muchos monumentos arqueológicos y más de 900 grabados gracias a la colaboración de grandes dibujantes y grabadores. El primer volumen sobre Cataluña tuvo una primera edición en español, muy limitada y prontamente desaparecida, materializada gracias a la Imprenta Real y dedicada a Godoy en calidad de mecenas. La traducción fue llevada a cabo por Juan Fernández de Rojas, monje agustino de la escuela poética salmantina y del movimiento ilustrado de finales del XVIII. A través del estudio de la obra en castellano en contraste con la francesa, se establecerán las ricas sinergias entre el turismo, la historia y la traducción.